EN MI LUGAR PREDILECTO
(A
continuación se insertan dos de la muchas poesía
pergeñadas
desde dicho lugar, es decir: Mi Atalaya)
A MI ATALAYA
Balcón de Pedraza Tierra
donde termina la
Sierra,
con lastras tan
bien paridas
que ni buscando en
el Mundo
se ven otras parecidas.
Quise volver este
día
a recordar el
encanto
que bajo sombra de
enebro
se contempla desde
El Alto.
Arevalillo, mi
pueblo,
bien te veo desde
aquí;
veo también una
casa,
mi casa, donde
nací.
San Mamés está en
la iglesia
y en la torre las
campanas,
las que voltean
los mozos
cuando el pueblo
se engalana.
A su orilla el cementerio
lleno de seres queridos
donde sus huesos
reposan
en una tumba
metidos.
Para laborar la
tierra
salen ya los
labradores,
van sentados en sus
mulas
entonando unas
canciones.
Uno, se para en la Torra;
otros, llegan al
Robledo;
y ese que sube a la Lastra,
es familia de mi
abuelo.
Canta alegre una
perdiz,
rápido corre un
conejo,
ladran perros en
las casas...
¡Cuán feliz aquí me encuentro!
Allende a la
serranía
sale un sol
resplandeciente
que dará luz a este
día
del gran mayo
floreciente.
Bien se ven los
verdes campos
los pueblos y los
pinares,
de Cuéllar a
Navafría
todos hermosos
lugares.
Muy cerca queda Rebollo,
y la Puebla, y Muñoveros,
y El Guijar aún más
cerca
metido entre
varios cerros.
Se divisa gran
follaje
por la Ribera del Cega:
vegas, pinares,
montañas...
y, pueblos, varias
docenas.
Ya el día se está acabando
y regresan los labriegos,
yo también debo iniciar
mi camino hacia allá lejos...
Mas he de llevar conmigo
estos hermosos recuerdos
guardaditos en mi armario
para enseñarlos, si puedo,
a la gente de otras tierras
para que vengan a verlos,
pues sus espléndidas miras
y el aroma del enebro
dejan al alma dormida
por verse favorecida
con placer tan lisonjero.
EL ALTO
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